RECETA - Pastel de té negro y miel
La receta original es de esta estupenda página, pero yo la he retocado un poco, sobre todo la parte del glaseado.
INGREDIENTES para el bizcocho
- 235 ml. leche
- 3 cucharadas de té negro (o el contenido de tres bolsitas de té)
- 55 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
- 225 gr. de azúcar
- 2 huevos
- 60 ml. aceite
- 1 cucharada de extracto de vainilla
- 160 gr. de harina + 3 cucharadas de maicena
- 1 cucharadita y media de levadura
- 1/2 cucharadita de bicarbonato
- 1/2 cucharadita de sal
Empezamos precalentando el horno a 180ºC y engrasando un molde redondo de 20-22cm de diámetro.
Calentamos la leche a fuego o en el microondas hasta que esté a punto de hervir y echamos las 3 cucharadas de té en ella, removemos un poco, apagamos el fuego y dejamos enfriar.
En un bol mediano tamizamos la harina + maicena y mezclamos la levadura, el bicarbonato y la sal.
En un bol grande batimos la mantequilla con el azúcar hasta conseguir una crema de color claro. Añadimos los huevos de uno en uno, permitiendo que el primero se incorpore bien a la masa antes de añadir el siguiente. Mezclamos el aceite vegetal y la vainilla. Añadimos los ingredientes secos del bol mediano (harina&co) y lo mezclamos todo con la espátula hasta que quede bien integrado. Con cuidado vertimos la leche y removemos de nuevo hasta conseguir una masa ligeramente líquida y de color marrón.
Echamos la masa al molde y metemos este en el horno durante unos 30-40 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro este salga limpio. Dejamos que se enfríe en un lugar fresco y seco, ¡importante que se haya enfriado antes de glasearlo!
Glaseado de miel
- 60 gr. mantequilla a temperatura ambiente
- 3 cucharadas (45 ml) de miel
- 130 gr. de azúcar glas
- Pizca de sal
En un bol batimos la mantequilla y la miel hasta que quede una crema pálida y suave, añadimos el azúcar glas y la sal y batimos de nuevo hasta que todo el azúcar se haya integrado. Si el glaseado os parece demasiado espeso podéis añadir más miel o una cucharadita de leche. Si por el contrario os parece demasiado líquido podéis añadir más azúcar para espesarlo. Y si está demasiado dulce algo más de sal.
Si habéis leído la receta original veréis que las medidas de mi glaseado son más o menos la mitad de las que pone allí, eso es porqué aunque me gustan los pasteles no me fascina lo demasiado dulce, así que siempre pongo un poco menos. Así que si vosotros sí sois de paladar dulce, solo tenéis que duplicar las cantidades (menos la de miel, que va un poco al gusto).
Podéis repartir el glaseado por la superficie del pastel con una espátula o con manga pastelera y si como a mí, os parece que queda un poquitín soso, dejad volar vuestra imaginación y añadirle sprinkles, bolitas de colores o lo que queráis.
¿Qué os parece? Rico, rico ¿verdad?
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